En nuestro país se reconocen dos temporadas agrícolas (primavera/verano y otoño-invierno) y para el maíz deacuerdo con datos oficialesse registra una mayor superficie sembrada, aunque con menor rendimiento pero que resultara en un pequeño incremento en el volumen de producción. Sin embargo, debe considerarse que el ciclo agrícola no coincide con el ciclo comercial.
En números gruesos, maíz en la proyección 20/21/22, México dispondrá de 43.8 millones de toneladas (MTM) con una producción doméstica de 28 MTM, en las cuales serán apenas 3 MTM de maíz amarillo, entonces se proyecta una importación de 17 MTM.El inventario final se mantiene alrededor de 3 MTM.
Más del
95% de la importación de maíz se hace desde los Estados Unidos de América. En
su mayoría los alimentos balanceados para animales se fabrican a partir de maíz
amarillo, que también se puede utilizar en procesos industriales. En el total,
la dependencia es casi 40%.
Leer: Perspectivas del mercado de materias primas para alimentos. (PARTE I)
Es muy
cierto que por objetivo de conservación no conviene almacenar granos, además de
que no se dispone de espacio de almacén suficiente para toda la cosecha.
Tenemos cosecha nacional en Mayo-Julio y en Octubre-Febrero, pero puede ser un
problema la ubicación pues la cosecha se obtiene lejos de los centros de
consumo, recordemos en su mayoría es maíz Blanco.
En la mayoría de los Sistemas de Producción Animal los planes de producción llevan una antelación de varios años hasta obtener el producto final. En una corriente de mercado con vaivenes, en el abasto de materia prima necesario para alimentar a los animales el precio no es un factor decisivo para comprar puesto que no hay almacén y además financieramente puede no ser conveniente para la liquidez de la empresa.
La
frescura es calidad, los volúmenes conviene sean cortos y con precios altos
mejor comprar poco. La bolsa de valores no fue concebida para arto beneficio
del vendedor, sino para asegurar la provisión de los bienes a quien los
necesita. En el comercio algunas veces se gana otras se pierde, hay un
beneficio, pero este depende de no quedarse sin compradores.
Desde hace
buen tiempo en México, parece imposible desarrollar un plan para eliminar la
dependencia alimentaria, caso del maíz cada año casi invariablemente hay un
crecimiento de la producción, cada día hay menos tierras, menos campesinos,
pero hacen falta más alimentos de origen animal que compiten por un mejor
precio a través de su mayor procesamiento.
A nivel
granja con precios bajos del producto e incremento del costo de alimentación y
problemas serios para conseguir y mantener la mano de obra entre muchos otros
problemas en la producción animal, el efecto por más costo inicialmente reduce
el posible margen de utilidad, pero también obliga a mediano y largo plazo a
considerar el cierre de la operación.
Esta
dinámica de incrementos debería tener su versión a la baja de precios y
esperamos que por economía de escala los pequeños productores y granjas
independientes se puedan mantener en operación y así apoyar el crecimiento
seguro y solido de nuestra industria.
(Fuente: Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP)